Un nuevo curso...

Nuestro propósito:

Entender la ética en el marco de la vida misma.

Nosotros podemos transformar el mundo, con cada acción y decisión que tomamos. Pero ¿qué rumbo seguimos? ¿Qué propósitos tenemos? ¿Cuál es el camino a elegir?, ¿Qué debemos hacer? ... Intentar responder a estas preguntas es el cometido de la Ética, mejor dicho, ayudarnos a reflexionar sobre nuestro propio pensamiento, sobre nuestro modo de conocer y aquello que podemos conocer. Reflexionar sobre mí, sobre el otro y sobre el mundo que nos rodea.

La ética pretende ser universal, sin embargo no quiere universalizar nuestros sistemas de pensamiento, creencias y costumbres. La intención es encontrar aquello que es común a la humanidad, aquello con lo que todos podamos vivir una vida justa y libre.

La humanidad tiene que caminar hacia el horizonte del propio desplegar, lo que significa liberarse de la ignorancia, el dogmatismo, el miedo y el odio al otro. Tenemos que reconocer que todo ser humano tiene un valor intrínseco y, por ende, extenderlo a todo ser vivo.

Los seres humanos estamos unidos por lazos invisibles, la Ética nos ayuda a verlos y respetarlos.

martes, 5 de noviembre de 2013

LA VENGANZA
Muchos piensan que la venganza puede devolver un orden perdido, usurpado por malas acciones y que, con ella, no sólo se satisface al vengador sino a la comunidad entera. Tratan la venganza como justicia.
Sin embargo, no se conoce ningún periodo histórico pacífico y armonioso basado en tal método (si es que se le puede llamar método) ni ningún filósofo, pensador o científico que defendiera la venganza como ideal de comportamiento ético-moral.
Toda la literatura desde la Antigua Grecia hasta nuestros días e incluso en las antiguas escrituras indias (Edipo,  Rey. El Conde de Montecristo. Hamlet. Mahabharata.) nos muestran el caos que procede de la venganza; son, en efecto, dramas.
La  venganza es un desquite contra una persona o grupo en respuesta a una mala acción percibida.  Y, aunque  la venganza se asemeja en algunos aspectos a la justicia, son radicalmente opuestos pues sus fines, aparentemente iguales (restablecer un supuesto orden),  nacen de espacios diametralmente opuestos. La venganza  nace del rencor y persigue un objetivo más injurioso que reparador. El deseo de venganza consiste en forzar a quien haya hecho algo malo en sufrir el mismo dolor que él infligió.  Y, ese sentimiento de rencor es el que origina el placer que siente el vengador al cumplir su objetivo.
La venganza no es un acto racional, inteligente. No se basa en la comprensión ni en el amor; se trata de una reacción basada en determinadas creencias  que, a su vez, originan fuertes emociones que dirigen nuestra conducta.

La justicia es un valor que nace de la necesidad que tenemos los seres humanos de vivir en armonía. Este valor toma forma en normas y reglas que son el marco adecuado para las relaciones entre las personas. 
Cuál sea este marco depende de cada época y cada cultura.

La justicia no es un desquite personal, no se basa en el rencor. Es fruto de nuestra razón e inteligencia, fruto de la voluntad de comprensión de la humanidad.


La justicia se representa como una mujer con los ojos cerrados, una espada en una mano y una balanza en la otra. ¿Podrías comentar esta imagen? ¿Por qué crees que se representa así a la justicia?