Un nuevo curso...

Nuestro propósito:

Entender la ética en el marco de la vida misma.

Nosotros podemos transformar el mundo, con cada acción y decisión que tomamos. Pero ¿qué rumbo seguimos? ¿Qué propósitos tenemos? ¿Cuál es el camino a elegir?, ¿Qué debemos hacer? ... Intentar responder a estas preguntas es el cometido de la Ética, mejor dicho, ayudarnos a reflexionar sobre nuestro propio pensamiento, sobre nuestro modo de conocer y aquello que podemos conocer. Reflexionar sobre mí, sobre el otro y sobre el mundo que nos rodea.

La ética pretende ser universal, sin embargo no quiere universalizar nuestros sistemas de pensamiento, creencias y costumbres. La intención es encontrar aquello que es común a la humanidad, aquello con lo que todos podamos vivir una vida justa y libre.

La humanidad tiene que caminar hacia el horizonte del propio desplegar, lo que significa liberarse de la ignorancia, el dogmatismo, el miedo y el odio al otro. Tenemos que reconocer que todo ser humano tiene un valor intrínseco y, por ende, extenderlo a todo ser vivo.

Los seres humanos estamos unidos por lazos invisibles, la Ética nos ayuda a verlos y respetarlos.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Comentario de texto 2

“Todo esto ha dado ocasión a que se pregunte si es posible aprender a ser dichoso, si se adquiere la felicidad por medio de ciertos hábitos, y si se consigue por cualquier otro procedimiento análogo; o si es, más bien, efecto de algún favor divino, y si se quiere, el resultado del azar, Realmente, si hay en el mundo algún don que los dioses hayan concedido a los hombres, deberá creerse seguramente que la felicidad es un beneficio que nos viene de ellos; y tanto más motivo hay para creerlo así cuanto que no hay nada que deba el hombre estimar sobre esto. Por lo demás, no quiero profundizar esta cuestión, que pertenece quizá más especialmente a otro orden de estudios. Pero digo que si la felicidad no nos la envían exclusivamente los dioses, sino que la obtenemos por la práctica de la virtud, mediante un largo aprendizaje o una lucha constante, no por eso deja de ser una de las cosas más divinas de nuestro mundo, puesto que el precio y término de la virtud es evidentemente una cosa excelente y divina, y una verdadera felicidad. Y añado que la felicidad es, en cierta manera, accesible a todos, porque no hay hombre a quien no sea posible alcanzar la felicidad mediante cierto estudio y los debidos cuidado, a menso que la naturaleza le haya hecho completamente incapaz de toda virtud.
Como vale más conquistar la felicidad a este precio que deberla al simple azar, la razón nos obliga a suponer que así es realmente como el hombre puede llegar a ser dichoso, puesto que las cosas que siguen las leyes de la naturaleza son siempre, naturalmente, tan bellas como es posible”
                                                 Aristóteles, ética a Nicómaco.
Las preguntas que siguen a continuación, las vamos a utilizar como apoyo para realizar el comentario.
1.- ¿Cuál es el bien supremo al que podemos aspirar según Aristóteles?
2.- ¿Cómo se puede conseguir la felicidad en opinión de este autor?
3.- ¿Se puede decir por este texto que Aristóteles era un epicúreo? ¿Por qué?

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