Conócete a ti mismo, Respeto, Libertad, Igualdad, Dignidad, Amistad,Responsabilidad, Tolerancia,Diálogo, Pensamiento Solidaridad, Felicidad, Paz, Vida... Yo, Tú, Él, Ella, Nosotr@s, TOD@S
Un nuevo curso...
Nuestro propósito:
Entender la ética en el marco de la vida misma.
Nosotros podemos transformar el mundo, con cada acción y decisión que tomamos. Pero ¿qué rumbo seguimos? ¿Qué propósitos tenemos? ¿Cuál es el camino a elegir?, ¿Qué debemos hacer? ... Intentar responder a estas preguntas es el cometido de la Ética, mejor dicho, ayudarnos a reflexionar sobre nuestro propio pensamiento, sobre nuestro modo de conocer y aquello que podemos conocer. Reflexionar sobre mí, sobre el otro y sobre el mundo que nos rodea.
La ética pretende ser universal, sin embargo no quiere universalizar nuestros sistemas de pensamiento, creencias y costumbres. La intención es encontrar aquello que es común a la humanidad, aquello con lo que todos podamos vivir una vida justa y libre.
La humanidad tiene que caminar hacia el horizonte del propio desplegar, lo que significa liberarse de la ignorancia, el dogmatismo, el miedo y el odio al otro. Tenemos que reconocer que todo ser humano tiene un valor intrínseco y, por ende, extenderlo a todo ser vivo.
jueves, 16 de diciembre de 2010
Preámbulo de la Constitución de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
Los gobiernos de los Estados Partes en la presente Constitución, en nombre de sus pueblos, declaran:
Que, puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz;
Que, en el curso de la historia, la incomprensión mutua de los pueblos ha sido motivo de desconfianza y recelo entre las naciones, y causa de que sus desacuerdos hayan degenerado en guerra con harta frecuencia;
Que la grande y terrible guerra que acaba de terminar no hubiera sido posible sin la negación de los principios democráticos de la dignidad, la igualdad y el respeto mutuo de los hombres, y sin la voluntad de sustituir tales principios, explotando los prejuicios y la ignorancia, por el dogma de la desigualdad de los hombres y de las razas;
Que la amplia difusión de la cultura y la educación de la humanidad para la justicia, la libertad y la paz son indispensables a la dignidad del hombre y constituyen un deber sagrado que todas las naciones han de cumplir con un espíritu de responsabilidad y de ayuda mutua;
Que una paz fundada exclusivamente en acuerdos políticos y económicos entre gobiernos no podría obtener el apoyo unánime, sincero y perdurable de los pueblos, y que, por consiguiente, esa paz debe basarse en la solidaridad intelectual y moral de la humanidad.
Por estas razones, los Estados Partes en la presente Constitución, persuadidos de la necesidad de asegurar a todos el pleno e igual acceso a la educación, la posibilidad de investigar libremente la verdad objetiva y el libre intercambio de ideas y de conocimientos, resuelven desarrollar e intensificar las relaciones entre sus pueblos, a fin de que éstos se comprendan mejor entre sí y adquieran un conocimiento más preciso y verdadero de sus respectivas vidas. En consecuencia, crean por la presente la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, con el fin de alcanzar gradualmente, mediante la cooperación de las naciones del mundo en las esferas de la educación, de la ciencia y de la cultura, los objetivos de paz internacional y de bienestar general de la humanidad, para el logro de los cuales se han establecido las Naciones Unidas, como proclama su Carta.
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