Un nuevo curso...

Nuestro propósito:

Entender la ética en el marco de la vida misma.

Nosotros podemos transformar el mundo, con cada acción y decisión que tomamos. Pero ¿qué rumbo seguimos? ¿Qué propósitos tenemos? ¿Cuál es el camino a elegir?, ¿Qué debemos hacer? ... Intentar responder a estas preguntas es el cometido de la Ética, mejor dicho, ayudarnos a reflexionar sobre nuestro propio pensamiento, sobre nuestro modo de conocer y aquello que podemos conocer. Reflexionar sobre mí, sobre el otro y sobre el mundo que nos rodea.

La ética pretende ser universal, sin embargo no quiere universalizar nuestros sistemas de pensamiento, creencias y costumbres. La intención es encontrar aquello que es común a la humanidad, aquello con lo que todos podamos vivir una vida justa y libre.

La humanidad tiene que caminar hacia el horizonte del propio desplegar, lo que significa liberarse de la ignorancia, el dogmatismo, el miedo y el odio al otro. Tenemos que reconocer que todo ser humano tiene un valor intrínseco y, por ende, extenderlo a todo ser vivo.

Los seres humanos estamos unidos por lazos invisibles, la Ética nos ayuda a verlos y respetarlos.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Día Internacional de las Montañas, 11 de diciembre.


El Día Internacional de las Montañas es una oportunidad para crear conciencia de la importancia que tienen las montañas para la vida, de señalar las oportunidades y las limitaciones que afronta el desarrollo de las zonas montañosas, y de crear alianzas que produzcan un cambio positivo en las montañas y las tierras altas del mundo.
Ahora os pondré un fragmento de Éticas y poéticas del paisaje por Joaquín Araujo. 

(...) Parece una tautología pero conviene recordar que nuestro modelo de relaciones no se funde, como sería necesario, sino que anexiona, conquista, explota y no devuelve casi nada a cambio. Sin olvidar que, demasiadas veces, lo que parte de nosotros hacia el ambiente es, sobre todo, ignorancia, desprecio y letales contaminantes, es decir violencia. (...)
El pensamiento ecológico, en efecto, pretende agrandar, y además en todas las direcciones, los contenidos de lo ético.
(...) porque cuando la mirada, antes de ser palabra, acaricia el paisaje va levantando esa espuma que son los otros seres vivos que a su vez cohesionan, nexan, que son la armonía interna de la propia Naturaleza. Te visitan entonces, los montes, el árbol, la flor, el trino, el aroma, el insecto, dos alas alejándose... Y descubres que nadas en la sencillez, primer hogar de la belleza. Todo versificado, todo paisaje no derrotado del todo es bello, por eso te lo agradecen los sentidos y el sentimiento.
Y si la ingratitud no te ha despojado del todo de la condición más necesaria, amanece el agradecimiento. Todo esto que llamamos ética ecológica mana de esa alfaguara que es la gratitud. Entre otras cosas porque la mayoría de lo esencial sigue siendo regalo. 


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